jueves, 6 de abril de 2017

EL PERDÓN

De domingo de Ramos a domingo de Resurreción. Una semana enterita de llanto, dolor, recogimiento, alegría y gozo.
En una semana los creyentes cristianos pasan por estas etapas para demostrar y demostrarse que son los que más y mejor creen. Hacen muy bien.
Es un tradición basada en la historia, según unos. Para mí está basada en UNA HISTORIA. Respeto muy mucho a los que creen y siguen sus creencias, pero YO soy ateo practicante todo el año, no solo una semana al año.
Hay mucho de falsete en estas saetas y en estas procesiones. El dolor y el llanto se sufre durante todos los días del año al ver y al vivir casos de escasez y de incertidumbre. El recogimiento en casa al no poder salir a la calle por no gastar lo que no se tiene. La alegría con cuenta gotas y el gozo, hay madre el gozo....en el pozo.
En los pueblos pequeños nos conocemos todos, y cuando ves las comitivas procesionales acompañando a la imagen, más o menos acertada, reconoces tras los rostros de los devotos todos los actos que durante el largo año han venido a purgar con una vela o un cirio en paseo de unas horas.
Así cualquiera es bueno. Dos horas al año te exculpan de todo lo "bueno" o "malo" que has venido haciendo durante un largo año.
Yo durante la semana que duran estos respetables actos, sigo siendo ateo, como el resto del año. No debo purgar pecado alguno, ya que no creo en ellos, en los pecados. Tan solo creo que si algo malo he hecho a alguien que me lo diga y lo solucionamos como buenamente se pueda. Todos los días que amanece doy gracias. Sí, doy gracias aAnabel y a Francisco Javier por seguir junto a mí y por quererme como lo hacen. Por comprender que ante las adversidades es cuando hay que estar más unido y por un millón de razones más.
Todos los días del año, éste ateo, si puede y se le presenta la ocasión, no parpadea para prestar ayuda a aquel que la necesite, siempre que esté a su alcance.
No me siento con la necesidad de que nadie me perdone nada de lo que hago. Espero que todos los que piden perdón con toda su creencia, sean o se sientan satisfechos en vida, luego ya no hay remedio.
En estos días de perdón no hay que olvidarse de la gente que aun pasa hambre, ni de los que han perdido su casa, su trabajo, su dignidad. A esos es a los que hay que pedir perdón. A NOSOTROS nos tenéis que pedir perdón.

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