viernes, 3 de marzo de 2017

FUERA DEL SISTEMA

Un día, en el seno de una unidad familiar, los miembros en edad de trabajar de la misma, pierden paulatinamente sus respectivos puestos de trabajo, por unas u otras razones. Automáticamente pasan a las listas de desempleados. Con suerte y números, tienen derecho a subsidio. Éste durante un tiempo. Si esa misma suerte continúa, podrán incorporarse al mundo laboral antes de acabar con la totalidad del subsidio. Si la suerte les abandona, acabarán el subsidio y, hasta ahí puedo leer.
En lo sucesivo empiezan a salir del sistema poco a poco. Todo lo que se  demore la entrada al mundo laboral supone para esa familia el hundimiento en el subsistema.
Con el tiempo no podrán hacer frente a pagos. Entrarán en las listas de morosos, RAE, ASNEF, etc., de donde es muy dificil salir posteriormente.
No podrán comprar nada a plazos. No podrán contratar nada que suponga una tarjeta de crédito. No podrán domiciliar nada en sus cuentas bancarias. Si existe una deuda con la administración, el éxito es rotundo.
En el futuro, si la suerte les vuelve  a acompañar, la vuelta al sistema se va a hacer lenta y dura. Cualquier domiciliación de nómina supondrá una merma en los ingresos a causa de la retención correspondiente a las deudas. Con el tiempo disminuirán sus deudas, pero nunca jamás se quitarán el cartel de "mororso". Para cualquier contrato nuevo de compra sufrirán negativas. Las compañías telefónicas se negarán a contratar con ellos. Las financieras de coches les pondrán mil pegas. Los vendedores de gafas les negarán el pago fraccionado de las mismas.
En este pais volver al sistema es una odisea, sino imposible. El simple hecho de contratar un seguro para el coche se hace enrevesado, rozando la negación absoluta por las compañías aseguradoras.
Si por los giros negativos de la vida, tu pais te da la espalda y te expulsa del sistema, ¿cómo quiere el pais que le quiera?¿como puedo tener apego a un sistema que te hunde, te limita y te maltrata?
Desde hace tiempo estamos fuera del sistema y no sabemos cuándo volveremos allá dentro, pero me faltan las ganas de querer volver.

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