miércoles, 30 de noviembre de 2016

Es malo morirse, más que nada porque va a ser lo último que hagas en vida. Es decir, si te queda algo por hacer así como que muy importante, no te mueras. Ahora bien si la muerte te sobreviene así sin avisar, como a destiempo, hazlo de la mejor manera posible, con glamour, mucho glamour.
En nuestro pais la gente se muere a lo llano, sin gota de estilo: una señora mayor en su casa se muere quemada, otra señora se ahoga en una riada, unos hermanos asfixiados en una furgoneta, etc., es ramplón a más no poder.
Y los mandamases no hacen nada para solucionar esto. A ver, no me refiero a que pongan lucecitas y grandes focos para darle categoría a la muerte, sino que esto seguirá pasando mientras que no se haga nada para evitarlo.
En los sucesivos plenos se ha hablado mucho, se ha aprobado algo, pero nada entrará en vigor a tiempo. Los que este invierno tenían que pasar frío lo van a pasar igual. Los que tengamos que pasar hambre así lo haremos. Aquellos que hasta hoy no podíamos pagar la hipoteca, vamos a seguir en la misma linea. Las noticias seguirán llenándose de difuntos por más reuniones que  quieran tener estos señores, porque no les pica a ellos la sarna. Nosotros ya no tenemos piel que arrascarnos.
Una cosa os voy a decir a todos, si por suerte en estas navidades necesitáis más sillas, como dicen en la tele, venid a mi casa a por ellas, nosotros no creo que nos juntemos muchos y nos van sobrar.
Esta mañana he estado 55 minutos al teléfono para una entrevista. El objetivo de la misma era inscribirme en un portal de empleo. Seguimos como hace un mes, medio mes, 10 días y ayer.
También esta mañana he acudido al banco a por lo que quedara de mi pensión de incapacitado, he podido hacerme con 250 euros. Ala ahora pasa el mes con ese dineral y paga la hipoteca. Ni para lo uno ni para lo otro me llega, así que podéis contar con todas las sillas porque nosotros nos vamos a ir a la cama en cuanto le den al niño las vacaciones.
Pués ya me he cansado de escribir. Hasta la próxima y acordaos, morir con glamour por muy mal que estéis.

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